Esta semana estuvimos en un reencuentro de sobrinos políticos, me pareció súper chévere esta reunión, ya que pocas veces se hacen por motivos diferentes a un sepelio, una enfermedad, matrimonios o cosas de fuerza mayor, no como en esta oportunidad que fue por el solo placer de volvernos a ver luego de 20 o 30 años sin hacerlo.
Es increíble como pueden pasar tantos años y no versen por muy retirados que estén del país, pues al menos en estos momentos existen las opciones del Internet con el Facebook, asi que no es fácil olvidar a la gente, pues por esos medios muestran todo lo que hacen y hasta lo que no.
Ya con todos regados por el planeta, tocará seguir haciendo reuniones cada que se logren reunir varios, para no perdernos las arrugas de los que están lejos y de paso conocer los nuevos retoños, porque eso si les rinde a varios, se van uno o dos y regresan un montón, se multiplican como los panes.
Pero es chévere conocer a las nuevas generaciones, unos más encantadores que otros, pero hoy día pocos se quedan atrás, parece que nos conocieran de siempre.