La griteria se oía por todo el barrio de una señora detrás de un ladrón que le bajó la bicicleta. Con tan mala suerte para el ladrón que se enredo y se fue de jeta contra el planeta, quedando con la cara como un nazareno, todo repelado.
Es que hasta tristeza da que sean tan novatos para robar, ya no hay ladrones experimentados, parece ser que a los expertos ya los tienen en el bote y entonces los aprendices comenten errores, no miran primero como van a hacer las cosas, si no que ven un mojado por ahí mal puesto y se lo quieren llevar.
Pero eso sí, con tanto alboroto la gente se apersona de una en el sitio y que acorralan al ladrón que luego de la restregada contra el pavimeto, quedó todo turulato y sin ganas de moverse, hasta el mismo pedia que llegara la policia por él, al ver tanta gente encima y con los antecedente que se escuchan ultimamente que ellos mismos se encargan de colgar de las pelotas a los ladrones, pues me imagino que a este pobre le temblaba todo el esqueleto, aunque con su cara de conchudo, no parecia, pues él mismo abucheaba a la gente a que llamaran a los tombos.
La señora estaba que mataba y comia del muerto, decia que si hubiera tenido un arma, mataba al maldito allí mismo. Seguramente, en un momento de ira se puede hacer eso y hasta más.
Al mucho rato llego la poli y se llevó al chico, quien sabe hasta cuando lo tendrán encerrado, pues por ser menor de edad, no haberse robado nada, quedar todo aporreado, si se descuidan es la dueña de la bicicleta la que le queda debiendo las medicinas al ladrón.