Cuando sucede un hecho sangriento como el que hubo esta semana, donde se bajaron a dos y uno más quedó herido se oye toda clase de especulaciones, todas sin sentido, pues al fin que los únicos que saben a ciencia cierta que pasó es los asesinos y esos no van hacer tan bobos de quedarse en el lugar del crimen para dar las explicaciones del caso.
Me imagino que ni siquiera los muertos sabrán por qué los descontaron, ni si iban por uno o por otro, habiendo varios candidatos, todos pasados de buenos y con méritos para el boleto sin regreso, nos quedamos con la duda de cual fue el motivo, a los sicarios no les importa llevarsen por delante a los que esten con el seleccionado, al fin que por docenas sale más barato, lo mismo da uno y encimar a los que estan en la hora equivocada, en el lugar equivocado y con la compañia equivocada.
Lo malo de estas cosas es como la gente sin saber y sin pruebas empiezan a lanzar señalamientos contra determinadas personas, por el solo hecho de que hubo o hay desaveniencias, pleitos, rencillas que no faltan, pues no somos monedita de oro para gustarle a todo el mundo, pero tampoco para ir mandando a chupar gladiolos a todos los que nos estorban, si así fuera habría menos gente, pues hay más de uno que se merecen que les den piso, pero ese no es el caso, no somos dueños de la vida de nadie, aunque algunos se toman ese derecho sin muchos miramientos.
Habrá que esperar a ver en que queda todo este chismorreo que se ha armado, esperando que esclarezcan prontamente y que queden libres de culpa los inocente y condenen a los culpables, aunque lo veo como complicado, sin ser pesimista, la justicia anda de capa caida, coja y lenta.