Decisión equivocada

En estos días una persona me confio algo que le paso en su casa con su familia, tuvo un disgusto con su hermana, en medio de los tragos se dijeron cosa malucas, que le hicieron tomar la decisión de irse a trabajar lejos de la casa.

A pesar de que le aconseje, que tomara las cosas con calma, que no fuera a hacer algo de lo que se arrepintiera después, me dijo que lo iba a pensar, pero como que le pudo más, la mala cara de su hermana, que no hizo nada por hacerlo sentir bien, ojala, que no le pase nada y luego cuando se quieran arreglar las cosas sea demasiado tarde.

Este chico está demasiado joven, para andar loqueando por ahí, quien sabe donde y con que compañias, y lo que me parece más deprimente es que dejara el estudio y no pensara en el dolor que le va a causar a sus padres, con esta decisión tan precipitada.

Aunque si uno se pone en los zapatos de él, muchas veces hay personas especialistas en hacer sentir a la gente tan mal, que es preferible cualquier cosa, a seguir bajo el mismo techo. Una mala convivencia, hace que se piense cosas, que si se estuviera bien, no se haría.

Me dio mucha tristeza darme cuenta que tomo esa decisión tan equivocada, ojala, que Dios lo proteja y no permita que tome un mal camino, que si se fue a trabajar, sea un trabajo honrado, que le permita volver con la frente en alto. Aunque ya no sera lo mismo, el tiempo perdido, ya no lo recuperará, espero que donde quiera que vaya, esté bien y que de pronto recapacite y se devuelva a tiempo.

Quedé como preocupada, no me gustaría que ninguno de mis hijos, me hiciera eso, de irse así, sin avisar, ni saber para donde y con quien, sería como para volverse loca. En su afán de castigar a su hermana, está castigando a sus padres, que no tienen nada que ver con los problemas entre ellos.