Cuando se desea algo con mucha fuerza, se puede llegar a obtener, guardando las proporciones, por que no se puede querer lo que no se puede obtener, y más si para tener lo que se quiere se necesita dinero, el dinero no es todo en la vida, pero si la hace más llevadera.
Con dinero se puede comprar lo que uno quiera menos la felicidad, dinero no es sinónimo de felicidad, muchas personas pueden tener mucho dinero y no ser felices. Más fácil son felices los que nada tienen, que aquellos que tienen mucho, no me explico a que se deberá esta contradicción.
Yo pienso que los que tienen mucho no son felices, por que más quieren, y entre más quieren más tienen que trabajar para poder conseguir lo que quieren, porque siempre habrá algo más que quieren conseguir, nunca están satisfechos con nada y a toda hora van a estar pendientes de que no los roben, no los secuestren, en fin no tienen tiempo para compartir una buena comida, en compañía de sus familiares, estar con sus hijos, pasear, tomarse unas vacaciones sin azares, en fin creo que viven más maluco que cualquiera.
Es cierto que no tener dinero es muy azaroso, los recibos no dan espera, el arriendo, el estudio de los hijos, la comida, tantos gastos que hay a diario, pero los que ganan poco con poco viven y hasta les alcanza para celebrarle los cumpleaños a los hijos, a los sobrinos, a todos los familiares, hacen sus parrandas sin pesar, ni escatimar nada.
Si se hacen parámetros entre unos y otros se nota la diferencia, siempre los que más se quejan de la situación y de la vida cara son los que más tienen, entre más ganan, la plata nunca les alcanza, en cambio los pobres Lungos les toca vivir con lo poco que ganan semanalmente, no me explico como hacen, la verdad y hasta les alcanza para emborracharse.
De todas maneras cuando se desea algo, lo importante es lo que uno piensa y desea, sin tener en cuenta las opiniones de los demás, por que por más que se desee darle gusto a otros, todos opinaran siempre diferente, sin llegar a ponerse de acuerdo, logrando confundirlo más a uno.
A si todos quieran dar la mejor opinión, no siempre se hace de buena fe, o se puede tomar de manera equivocada, en fin cada quien que haga lo que quiera y lo que crea que es mejor para su vida y porvenir.