El 18 de octubre nos ganamos el chance, mi marido y yo. Pasó de una forma muy particular:
El día anterior me había soñado con un joven que lloraba porque en la prensa había salido una noticia que hablaba muy mal de él, yo lo consolaba diciéndole que no prestara atención a lo que decía ahí. Al otro día mire en el libro de los sueños que se llama «San Cono.» Es un libro donde están los números según lo soñado.
Entonces miré que número daba las lágrimas y vi que era el 6329, eso fue el jueves por la noche, amaneciendo viernes, ese viernes lo hice todo el día y nada que cayo, al otro día sábado ya no lo hice en el día por que ya me daba otro número, con Hugo estábamos haciendo el 6326.
Al llegar la noche, unas amigas arrimaron por mi para ir a caminar, salí a la carrera y le dije a Hugo que me hiciera el 6329 con Boyacá, y nos fuimos. Por lo regular yo juego ese número los sábados con Boyacá, las veces que he ganado con él ha sido los sábados, ah, y un día lo cogí con Medellín.
Cuando volví más tarde, Hugo llegó a ver jugar las loterías por televisión, él nunca se acuesta sin escuchar o ver los resultados de las loterías.
Estábamos viendo jugar la lotería del súper gana cuando dan el resultado: 6329, que desilusión sentí cuando vi el numerito, todo completito con la lotería contraria a la que yo había dicho que se hiciera y le digo a Hugo, «mire cayo todos los cuatro numeritos con súper gana y usted me lo hizo con Boyacá, que tristeza, pero no será que de pronto y por casualidad me lo hizo con súper gana, mire a ver» , él se fue a traer el chance y con el chance doblado y sin haberlo visto, me va diciendo «y si se lo hice con la otra cuanto me da», pues yo como ya daba todo por perdido le dije: «pues partimos mitin y mitin», entonces desdobló el chance y cual no sería la alegría cuando vio que lo había hecho con súper gana y no con Boyacá, Yo no lo podía creer, me parecía mentira que nos hubiéramos ganado el chance sin querer, queriendo.
Y como lo prometido es deuda partimos el premio.
Como no faltan las especulaciones, de por que no lo ganamos equivocadamente, los unos opinaban una cosa, los otros otra, en fin el caso es que nos convenía ganarnos ese chance, y ahí es donde uno ve que las cosas cuando convienen a la casa vienen.
Todos estamos muy contentos, felices y agradecidos con Dios y las almas de mi mamá, mi papá y mi cuñada Rosa, a las cuales les mande a decir unas misas, porque yo creo que ellas metieron la manito para hacer este milagrito.