Este será un año pasado por lágrimas, pues ya contamos con un miembro menos en la familia. La muy ingrata se ha ido dejándonos una gran tristeza.
Y es que para nacer todos son bombos y platillos, algo muy diferente para morir. Más cuando se esperaba era verla no que nos resultara con la sorpresa de que no la veremos nunca más.
Yo prefiero seguir imaginando que está viajando, que sigue su carrera brillante y que nada la detendrá de cumplir sus sueños y volar cada día más alto y lejos.
No importa no verla, pero imaginarla feliz y cumpliendo sus metas, donde quiera que esté, es lo que prefiero pensar. Al fin y al cabo, tal vez donde haya ido es lo que quería y sea más feliz que aquí.
Me consuela imaginar que en su partida tan precipitada, haya tenido en cuenta que deja muchos que la extrañaremos pero que la recordaremos como era: alegre, feliz, con sueños y deseos de realizar cosas grandes en la vida.
En el poco tiempo que nos acompañó nos dejó su entusiasmo por vivir cada minuto como si fuera el último y que las barreras no eran obstáculos cuando se querían las cosas con el corazón.
Espero que donde quiera que se haya mudado encuentre la paz, y que los que quedamos aquí extrañándola encontremos el consuelo para superar su desaparición física y que tengamos la esperanza de algún día volverla a ver.
Como dicen: no es más que un hasta luego y en esta vida estamos de paso y ella ya cumplió su ciclo. Corto diremos muchos, pero era su destino y así tenía que ser.
Hoy es un día triste, más no por ella, al fin que mal que bien y como haya pasado, ella ya no tiene nada que ver con los corre-corre, el papeleo y todo lo que implica para sus padres y familia el tener que estar haciendo vueltas, para poder darle el último adiós.
Esta es la parte que realmente es una agonía, porque aunque ya no esté hay mucho que hacer para poder que la familia que aún está descanse. Además que a largo plazo es otro paseo millonario.
Así que aunque no queramos, definitivamente, está será una Navidad pasada por lágrimas. Tal vez en algún momento vuelvan a ser lágrimas de alegría, porque al fin y al cabo la muerte es solamente un camino más que debemos recorrer y lo que deberíamos hacer hoy es celebrar su maravillosa vida.
9 respuestas a «Una navidad pasada por lágrimas»
Mi prima. Cuanto dolor nos has dejado. Estas navidades si se pueden llamar asi,van a estar cargadas de tristeza. Sólo espero y anhelo que te hayas ido a descansar en paz. Te recordaré siempre como lo que eras una luchadora ,me dijiste una vez que yo era una pequeña luchadora,pero tu dejaste tu tierra en busca de algo mejor como siempre quisiste ! Te queremos y te recordaremos siempre yoyo 🙁
Que triste historia nadie es paradójico no estamos preparado para aceptar que una persona decida irse de este mundo por su propios medios, pensamos que se va triste y deprimido por la forma de abandonar este plano de vida, esta dimensión.
He escuchado decir que la persona que lo hace es Valiente ante la muerte y cobarde ante la vida, yo sinceramente pienso que sencillamente es un valiente al tomar esa decisión y consumarla.
Saludos !
La vida y la muerte, dos caras de la misma moneda en este mundo llamado Universo.
La vida para ser felices y dar lo mejor de nosotros.
La muerte para descansar y tal vez animarnos a volver para seguir evolucionando como seres de Luz.
En este mundo estamos de paso y es inevitable que el día menos pensado empecemos a partir. Algunos nos iremos más pronto que otros, pero ese es un camino que todos tendremos que recorrer. El tema es que nunca estamos preparado para ello, es algo que todo tenemos que trabajar, no hay de otra 🙂