Es increíble la cantidad de niños abusados en Colombia. Parece un cuento de nunca acabar, y es que esto viene de mucho tiempo atrás, cuando los niños no decían nada o si decían no le creían.
Porque si eran abusados por un adulto los padres no le creían a los niños, más aún si era un familiar, mucho menos, y es que había mucha confianza, pero no se las tenían a los niños.
Por eso es que han habido tanto suicidios, los niños ya no pueden con tanto abuso y la única forma de escapar es intentando quitarse la vida o metiéndose drogas.
Y es que hoy en día con el azare en qué se vive no importa con quién se deja a los menores, cualquier vecino desocupado sirve para que cuide al niño un momentico mientras se va a la tienda a hacer el mandado.
Esta visto que no se puede confiar en nadie y que si el niño dice algo, pues ponerle atención, no echar en saco roto lo que dice.
Las escuelas, colegios, universidades, las discotecas… en todas partes hay peligro, hasta las iglesias ya ni siquiera los curas se salvan de cometer pedofilia y es una pena tener que vivir con la zozobra de no poder confiar ni en la sombra. Pobres niños se tienen que valer por ellos mismos.
Defender sus derechos porque en sus casas no se sienten seguros, se sienten amenazados, no los dejan ser ellos mismos, les toca ir por el mundo haciendo los que sus papás o los mayores quieren. Que no siempre es lo mejor para ellos.
Tener hijos en estos tiempos que corren es una odisea tanto para los padres como para las criaturas. Los psicólogos tienen arto trabajito, los papás andan más locos que una cabra al no saber manejar la situación con sus hijos y como ya no se les puede decir nada, mucho menos pegarles.
Porque pegarle a un niño es como pegarle a Dios, que cosa. No se pueden tocar ni con el petalo de una rosa. Dizque por qué se traumatizan y resulta que los traumatizados son los papás.
La educación que se le da a los mocosos hoy en día es como para darse contra las paredes, es lo que ellos digan y punto, eso manejan a los papás con un dedo y vayan que los contradigan, eso se ponen como un titi.
Pero igual se ensañan con ellos y por lo tanto hay que cuidarlos y no dejar que sean malogrados antes de tiempo y con personas que le van a dejar un feo recuerdo.
Cuántas madres no le creen a sus hijas cuando le dicen que su padrastro las tocan, o cuando son sus propios padres, sus hermanos mayores o cualquier familiar o amigo de confianza, prefieren hacerse las de la oreja mocha y pensar que la niña es la que inventa cuentos.
Cuantas torturas se hubieran evitado si a tiempo les ponen los tate quietos a estos enfermos, porque sano no es una persona que abusa de un menor , esos son unos retrasados o se hacen.
