Paseando por la rambla de Barcelona

Esta semana fuimos a  que conociera la Rambla, es una calle larguísima que lleva a la playa y está en Barcelona, aunque luego me di cuenta que Ramblas hay en todas partes, hasta Sabadell tiene su propia calle con ese nombre.

En Barcelona luego de mucho caminar la Rambla llena de gente que va de aquí para allá y a los lados hay cantidad de cositas, souvenires, postales, artesanías, en fin variedad de chucherias para que los turistas lleven de recuerdos, aunque valen un ojo de la cara, hay peligro de quedarse tuerto.

Como íbamos a ir a cine y salimos tarde, pues el recorrido era de ir tomar un helado y regresar, solo para gastar unos pasajes que claudicaban el mismo día.

Fuimos por las cremas, deliciosas con mucho dulce. Tenían una especie de hojuelas recubiertas de arequipe y el helado encima, de rechupete.

Luego recorrimos callejuelas estrechas y llenas de personas, después fuimos a coger el tren y no pudimos salir porque fueron rechazados los tiquetes y entre que íbamos a hacer el reclamo y nos atendían nos dejo el tren, ya que el chico estaba atendiendo otra emergencia, pues justo llegó un señor se le fue el pie quedando algo chueco y quería una ambulancia, por lo tanto era prioritario.

Entonces cómo a la función de cine que queríamos ya no llegábamos, por la demora del chico en solucionar el problema de nuestros tiquetes, decidimos quedarnos otro rato e íbamos a ir a otra parte muy bonita para ver algo que Diana me quería mostrar.

Nos tocó cambiar de estación, caminamos un montón, pero al llegar allí disque el tiquete no servía. No había nadie por allí para ayudarnos, pero sí una maquina a la que pedir ayuda y al momento vino una señora y nos explicó que no podía hacer nada con los tiquetes por que no eran de la misma «empresa». Así que teníamos que volver donde el chico para que arreglara lo de los tiquetes.

Regresamos y el  chico los volvió a cambiar y dijo que había que pasarlos primero allí para validarlos y luego si servirían en cualquier parte. Así se hizo y regresamos al otro lado a coger el metro. Qué falta de comunicación o todo es por suponer que teníamos que saber o que íbamos a coger ese tren.

Eso sí, nos pegamos una patoneada entre ir y volver y otra vez, lo bueno era que para mi todo es nuevo y novedoso, así que no se aburre uno mirando para todos lados y descubriendo la arquitectura que es bien bonita en esta ciudad, hasta un edificio en forma de pene hay por ahí. La creatividad de la gente es mucha.

Nos volvimos a encontrar con la Sagrada Familia, la cual habíamos visto a los lejos y no sabíamos que era la misma, los andamios se alcanzan a ver de lo alto que son, pero estábamos desde otra parte y nos confundió un poco jajaja

Resultamos por allí porque para ir dónde quería Diana nos cogió la tarde, porque desde luego nos perdimos, pero en otro lado. Así que al final, regresamos de nuevo a Sabadell para ir a cine, esta vez vimos «el escuadrón suicida», estaba atestado el cinema, según ellos era la primera vez que estaba así, había gente hasta en la primera fila.

Así terminó mi primer recorrido por la Rambla de Barcelona, seguro volveremos porque según Diana, aún me falta mucho para ver. Aunque eso sí, esperamos que la próxima vez haya menos gente, que no se choque uno al andar 🙂