Se quedan los recuerdos, los buenos o malos momentos que se pasaron en su compañia, pero cosa rara por lo regular solo se recuerda lo bueno, parece que con la muerte se borra todo lo demás o es que hay algunas personas que solo dejan buenos recuerdos.
Esta semana en el corredor de mi casa me parecia verlo ahí sentado, charlando con su hablar pausado y educado y en vez de darme tristeza por su partida, sentí una paz, como si él desde donde se encuentre en estos momentos fuera lo que deseaba. Seguro de tantas veces que hablamos sobre las cosas mundanas, compartimos los mismos sentimientos y teniamos claro que cada uno tiene una etapa para vivir, para gozar, para morir y cuando la pelona llegaba, no había vuelta de hoja. Me parece que era lo que queria en sus últimos momentos, no quedarse para darle trabajo a sus familiares y allegados, solo descansar en paz, cuando el momento llegara.Y es que hasta para morir tenemos que ser realistas y creo que hasta el último minuto de su vida fue impecable en sus pensamientos y en su proceder, seguro le dolió dejar a su familia y luchó con todas sus fuerzas para no irse, pero cuando vio que no había reversa, mejor se desprendio de todo y se fue, pensando que de esta forma los ayudaba mejor, que quedándose bien llevado y sin esperanzas de recuperación.
Tenemos que estar felices por él, al fin que ya él cumplio con su estancia en este mundo, de todas las penurias por las que pasó, del atentado donde fue herido, seguir su vida normal es mucho logro, darle gracias a Dios y recordarlo como era: un ejemplo de templanza en todas sus acciones, una persona cabal, honrado deseoso de vivir la vida, pero bien, en sus cinco sentidos, para mí era admirable desde todo punto de vista y estoy feliz por que vivió como quiso y fue feliz, asi deseo recordarlo, como alguién que vivió y murió en su ley.