Se quedan los recuerdos, los buenos o malos momentos que se pasaron en su compañia, pero cosa rara por lo regular solo se recuerda lo bueno, parece que con la muerte se borra todo lo demás o es que hay algunas personas que solo dejan buenos recuerdos.

Y es que hasta para morir tenemos que ser realistas y creo que hasta el último minuto de su vida fue impecable en sus pensamientos y en su proceder, seguro le dolió dejar a su familia y luchó con todas sus fuerzas para no irse, pero cuando vio que no había reversa, mejor se desprendio de todo y se fue, pensando que de esta forma los ayudaba mejor, que quedándose bien llevado y sin esperanzas de recuperación.
Tenemos que estar felices por él, al fin que ya él cumplio con su estancia en este mundo, de todas las penurias por las que pasó, del atentado donde fue herido, seguir su vida normal es mucho logro, darle gracias a Dios y recordarlo como era: un ejemplo de templanza en todas sus acciones, una persona cabal, honrado deseoso de vivir la vida, pero bien, en sus cinco sentidos, para mí era admirable desde todo punto de vista y estoy feliz por que vivió como quiso y fue feliz, asi deseo recordarlo, como alguién que vivió y murió en su ley.