Recordando castigos

Hoy hablando con la vecina, me puse a recordar las pocas o muchas veces que castigué a mis hijos por algún motivo. En la casa siempre la que los reprendía era yo, pues el papá por lo regular casi nunca se metía con ellos. Aunque las pocas veces que lo hacía, ellos cogian escarmiento.

Una que me acuerdo y que luego cuando mi hija se acuerda nos da risa. Es una vez que la deje sola en la casa con una amiguita. Estaban pequeñas y se pusieron a jugar a la comidita y cogieron unas ramas y la colocaron al fogón con agua. Hasta nada raro ni hubiera pasado nada, si no fuera por que la coca que colocaron al fogón era plástica, que se derritió y por poquito y queman la casa. Cuando llegué no se veía sino el humero en la cocina y ellas todas asustadas sin saber como apagar el fuego.

Por poquito y me da un yeyo, no sé ni como apagué el fogon y cogí a la pobre niña asustada y le dí una muenda, que la amiguita salió despavorida de miedo que siguiera con ella. Luego del susto, cuando se esparció el humo, tocó pintar la cocina, aparte de que era alquilada, por poco se incendia toda la cuadra.

Por lo menos quedó para rescatar del susto que a los niños pequeños, no se deben dejar solos, pues se corre el riesgo de que les pase algo o terminen con toda la cuadra incendiada. Cualquier cosa puede pasar con los pobres angelitos sueltos.