Sobremedidas

Siempre que salimos a caminar hay algo nuevo que contar, más si de pronto viene alguien de otra parte, tienen sus cuentos ficticios o de la vida real. Nos contaba la amiga, que hace poco se habia muerto una chica en una operación para adelgazar, era tan gorda que toda su ropa la tenía que madar hacer sobremedidas, por que nunca encontraba algo que le sirviera, igual le pasó al morir, no había ataúd en el que cupiera, les toco mandarselo hacer a su medida.

Ahora que viéndolo bien, los ataudes son como para barbys, estrechos, oscuros y sofocantes, los que los hacen será que piensan que al morir nos adelgazamos más? Nunca había pensado en eso, creia que cuando se morian, cualquier armario de esos servia, pero como que no es asi, hasta para meternos ahi, debemos cuidar la silueta.

Viendolo bien, con lupa, porque no es agradable la perspectiva de morir, ni de especular donde se quiere ir a parar, para mi cualquier opción es maluca, la cremación, viene siendo un mal menor, no es que me agrade el calor, ni el encierro, eso me da claustrofobia, lo ideal sería que fueramos volátiles, asi como vinimos de la nada, asi mismo desaparecer, sin dejar rastro.

Lo único que salva la situación es que no nos vamos a dar cuenta que hacen, con lo que quede, al fin que la molestia queda para los vivos, entonces no hay de que preocuparse.