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Cosas que pasan

Solo la puntica

En las caminadas diarias en el estadio siempre conversamos de cosas: noticias, chismes, en fin vivimos casi enteradas de todo de lo que hacemos, lo que comemos, le sacamos cuento a todo, el caso es parlotear de cualquier cosa. En estos días va con nosotras otra compañera que está de paseo y nos acompaña a la caminata, a ella tambien le gusta el cotorreo y cuenta cosas, de donde vive, de sus hijas, tiene muchas anécdotas para contar.

Hoy ibamos hablando de comida, de si los frijoles de ayer, del sanconcho de la otra, eso hacemos una redundancia de platos, y me preguntan a mi que yo que había hecho el día anterior, no, pues yo habia hecho sudado de pescado, al mediodía una vecina me habia pasado unas lentejas para el almuerzo, les iba diciendo yo, como cosa rara, cuando hay comida en la cocina, sobra por todos lados, despúes la profe me llevó más almuerzo, estaba como de buenas, si hubiera sabido no hago nada, pero bueno, asi toca a veces me llueve por todas partes, a la hora de la comida, comí tanto pescado que no aguantaba la llenura, alcanzó hasta para repartirle al señor que va por comida, de vez en cuando, bueno, fuí a llevarle el plato a la vecina, en las que me habian llevado las lentejas, ahi mismo venga entre, hagame la visita que nunca arrima, que no se que, llegó el hijo a comer y ahi mismo a servirme a mi también, le dije «no, gracias acabé de comer, estoy llenísima, no me cabe nada», «ah, no me vaya a despreciar, comase este poquito, sino me pongo brava», pues me toco comerme el poquito que me ofrecia, para que no se ofendiera la señora, me fuí para la casa, a ver mis novelas, cuando llega mi marido con el pan calientico acabado de salir del horno, como me gusta a mi, y me lo va pasando por encima para que vea que está caliente, y yo «no, que rico, pero no me cabe nada, estoy super llena, pero bueno, deme la puntica». Esa fue mucha la risa que les dió a mis compañeras, con el cuento de la puntica, esa señora lloraba de la risa, me imagino que se fue por el otro lado de la puntica, y me dijo: «me imagino que de la puntica siguio con el resto», jajajaj, «no, solo la puntica, no me cupo más».

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

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