Hoy me enteré de una noticia muy triste, un niño de apenas diez años se suicido, no me explico que razones puede llevar a una criatura que apenas está empezando la vida a tomar esta determinación.
Habría que ponerse en los zapatos de esta personita, las razones pueden ser múltiples, en los adultos cualquier excusa es factible, por que ya se tiene el raciocinio suficiente para saber la causa de la depresión de ese momento, pero en un niño, no. También se puede tener muchos motivos para no querer seguir en este mundo, no a todos les toca muy agradable que digamos, y a esa edad la depresión puede llegar a ser más fuerte y además si no se tiene a nadie en ese momento que lo pueda aconsejar o ayudar.
La determinación es más fuerte en los niños, ya que ellos todavía no saben utilizar el chantaje para no hacer las cosas, no es como la mayoría de los adultos que cuando se quieren suicidar primero hacen todo un show, esperando a ver quien los detiene, para de ahí sacar alguna ventaja.
Seria bueno que los padres de familia nos preocupemos un poco más por nuestros niños, ya que muchas veces los descuidamos mucho, los castigamos sin justificación, a veces ni siquiera los escuchamos cuando nos quieren dar alguna explicación, los dejamos solos con sus problemas, que para nosotros pueden ser tonterías, pero para ellos son cosas muy importantes.
Pocas veces nos preocupamos de preguntarles como se sienten, si están contentos, si le falta algo, no todo gira en torno a lo económico, ellos también necesitan mucho amor, un abrazo, un beso, que se sientan importantes para nosotros, que no están solos, que nos pueden contar lo que quieran, que vamos a tratar de entenderlos dentro de nuestras capacidades, aunque las distancias generacionales hoy en día son más marcadas, si ponemos de parte y parte la convivencia puede ser más placentera.
Yo no puedo imaginarme lo que la madre de este niño puede sentir, lo culpable que se sentirá, debe ser una sensación espantosa, como para quererse morir uno también, ojala Dios le de la fortaleza de tomar las cosas con resignación y pensar que así él lo quiso y que está mejor allá que acá, seguramente dentro de su cabecita loca no pensó en el dolor que le causaría a sus padres o talvez pensó que así los castigaría por algo que ellos le pudieron haber hacho sin querer, eso solo lo sabe Dios y hay que dejar en manos de él el castigo o el perdón.